Pequeña ruta alrededor de Mérida, que se puede completar en poco más de una hora.
Esta ruta comienza en el camino del Guadiana, desde el Recinto Ferial, en dirección a la estación de Aljucén.
Al llegar a la estación, se cruza la vía y se llega hasta la carretera, por dónde llegamos hasta las inmediaciones de Esparragalejo. Antes de llegar al pueblo, tomamos un camino que sale a la derecha, para llegar hasta la Presa Romana.
Tras una pequeña parada, vuelvo por el camino hasta la carretera, y desde ahí sale una pista asfaltada que nos llevará a la Presa de Montijo.
Para cruzar la presa, hay que cruzar la vía del tren y el canal de riego.
Al cruzar la presa, sale un camino a la izquierda (camino Natural del Guadiana), que nos llevará de vuelta a Mérida. Este camino se encuentra actualmente en muy mal estado, invadido por la vegetación. Espero que esto se solucione pronto.
Nueva aventura de cicloturismo, en la que finalmente no conseguimos recorrer todos los kilómetros que nos habíamos propuesto, pero de la que disfrutamos mucho.
El plan era recorrer la Ecovía del Algarve desde Vila Real de São Antonio (frontera con España) hasta Sagres, para regresar a Lagos y tomar el tren de vuelta hasta Vila Real de São Antonio.
Día 1: Vila Real de São Antonio-Olhão
Comenzamos la ruta desde la estación de tren de Vila Real de São Antonio, desde donde comienza la ruta oficialmente. Salimos más tarde de lo que deberíamos, pero entre el viaje y montar todos los trastos, no fue posible salir antes.
En los primeros kilómetros se enlazan recorridos urbanos, caminos y algunos tramos de asfalto, todos ellos muy llanos y atravesando en los primeros 20 km Monte Gordo, Altura y Manta Rota.
La primera parada la hicimos a los 20 km, a la altura del campo de golf "quinta da ría" buscando un poco de sombra, ya que el sol ya apretaba bastante.
Entre caminos y pistas asfaltadas llegamos hasta Cabanas, donde paramos a comprar algo de agua fresca, que ya se hacia necesaria por el calor. Mientras tanto se nos acercaron unas mujeres holandesas pidiendo ayuda, ya que se le había salido su sobreengrasada cadena a una de ellas, quedando enganchada en los piñones, por lo cual no podían continuar. Fueron muy agradecidas, comprándonos más agua y desengrasante para lavarnos las manos, y hasta nos ofrecieron un helado, aunque lo rechazamos, ya que no disponíamos de mucho tiempo. Esta pequeña buena acción tendría su recompensa.
Sin mucho mas que destacar, llegamos hasta Tavira, donde buscamos un supermercado Pingo Doce, para comprar algo de comida ya elaborada, hielo y bebida.
Ya que íbamos muy mal de tiempo para los km que queríamos recorrer, retomamos el camino aún con bastante calor, llegando hasta Fuseta, donde paramos en una playa de la ría para refrescarnos.
Rápidamente nos invitaron a dejar las bicicletas en la entrada de la playa, y no tenerlas en la zona de sombrillas.
Tras un baño y un poco de descanso retomamos nuestro camino, sin saber que se acabaría pronto, al menos por ese día. Teníamos pensado llegar hasta Quarteira (creo que no nos habría dado tiempo), pero unos 30km antes, a la altura de Olhão mi móvil, por el que nos íbamos guiando, decidió apagarse al quedarse sin batería a pesar de estar cargándose en ese momento. Cuando por fin conseguimos volver a encender el móvil era demasiado tarde para continuar, por lo que decidimos hacer noche en un camping cercano.
En este último tramo se cruza varias veces la vía del tren, e incluso a la altura del km 56 de mi track, el recorrido nos lleva a cruzar un puente por mitad de la vía del tren en el cual sólo podemos pisar las traviesas de la vía. Bastante peligroso.
En este segundo día de la ruta teníamos puestas todas nuestras esperanzas, ya que pretendíamos hacer los 30km que nos habíamos quedado sin hacer el día anterior, mas los 90km previstos para este día.
Todo empezó sobre lo previsto, saliendo del camping algo después de las 8am, ya que no podíamos abandonarlo más temprano.
Comenzamos a un buen ritmo, sabiendo que necesitábamos avanzar en las primeras horas del día para poder parar en las horas centrales y evitar el calor. Además el terreno era bastante llano y nos permitía rodar a buen ritmo (eso si, con aire en contra, tal como lo tuvimos durante los 3 días... ).
Lo único que ralentizó algo el ritmo fue el paso por faro, ya que hubo que atravesar varias zonas de adoquines y la estación de tren.
A media mañana, en mitad de una zona urbanizada rodeada de campos de golf, encontramos un pingo doce, en el que paramos para comprar algo de comer y beber, pero sin parar demasiado, ya que no teníamos mucho tiempo.
A los pocos metros después de retomar la marcha nos dimos cuenta de un problema: a Simón le rozaba el soporte de las alforjas en la rueda al tomar el más mínimo bache, por lo que paramos para apretar el soporte y poder seguir sin este problema.
Tratando de arreglarlo nos dimos cuenta de que en realidad era mucho peor: se había roto una de las soldaduras, por lo cual no podíamos continuar con el soporte, y era fiesta nacional de Portugal, por lo que era imposible encontrar nada abierto para solucionarlo, así que nos resignamos en que ya no podríamos avanzar más y buscamos un camping cercano. Total, el plan tampoco era tan malo, nos quedaba 1 día y medio en las playas del Algarve...
El problema era transportar todo hasta el camping... pero en ese momento apareció el buen hombre que nos devolvería la ayuda a las mujeres holandesas del día anterior. Justo habíamos parado en su puerta, y al encontrarnos allí nos ofreció ayuda, y me acercó hasta el camping junto a todos los bultos. Más tarde tuve que volver a pie a por Simón para finalmente alojarnos en el camping.
Finalmente, en el segundo día tan solo avanzamos unos 30km, y llegamos hasta el punto al que teníamos que haber llegado en el primer día, nada salía sobre lo planeado.
Este tercer día, ya resignados a no poder llegar hasta Sagres, nos lo tomamos con otra filosofía: recorrer unos kilómetros, ver algunas playas, darnos algún baño y volver hasta el camping.
La gran parte del recorrido de este día era urbano y por carretera, quitando un tramo a la salida de Quarteira, que era de camino. Camino por el que nos cruzamos con todos los coches que accedían a una playa cercana, con el consiguiente polvo. La ruta en sí no tiene gran cosa que comentar. A los aproximadamente 13km de empezar nuestro recorrido, paramos a ver una de las playas del día, la "praia dos olhos de agua", como la inmensa mayoría de las playas del Algarve, era espectacular, por lo que nos la apuntamos para parar en la vuelta. Y lo que era más espectacular: había cerveza a 1€ en primera linea de playa, definitivamente había que parar a la vuelta.
Poco después atravesamos Albufeira, zona con bastantes cuestas, y donde también disfrutamos de vistas espectaculares.
Sin mucho más, cuando llevábamos unos 30km decidimos parar en la playa más cercana, no sin antes acercarnos a un supermercado a comprar algo de comida. La elegida fue la "praia de São Rafael", espectacular también.
Tras esto volvimos hasta el camping a recoger el equipaje para ir hasta la estación de tren más cercana: Loulé. Ah!!! y por fin recorrimos 30km con viento a favor, lo cual agradecimos mucho tras tres días con aire en contra. Otra odisea fueron los 6km entre el camping y la estación de tren, cargando todo el equipaje sin el soporte para ello.
Finalmente otra experiencia para el recuerdo, sin duda alguna merece mucho la pena esta ruta, que se encuentra bastante bien preparada, con indicaciones, sin dificultad técnica ni física, y con muchos campings donde hacer noche. Por nuestra parte, tenemos una cuenta pendiente, volveremos! Track de la ruta Quarteira-Praia de São Rafael-Quarteira
Primera ruta integra por Portugal que comparto, saliendo desde Évora y llegando hasta Arraiolos, incluyendo la subida al castillo.
La ruta transcurre por la EcoPista, similar a las Vías Verdes que tenemos en España: antiguas vías de tren adecuadas al ciclismo y senderismo.
Tomé la EcoPista junto al "Edificio dos Leoes" de la Universidad de Évora. En el tramo urbano, la EcoPista está asfaltada, y ya una vez se abandona Évora el camino es de tierra. En los kilómetros más cercanos a Évora es fácil encontrarse a gente caminando o en caballo, más adelante es difícil cruzarse con nadie, si acaso algún ciclista (más difícil aún es que ese ciclista te devuelva el saludo, no deben tener esa costumbre aquí).
Apenas hay que tomar ningún desvío, sólo hay que seguir el trazado de la EcoPista y tomar atención en los cruces con otras vías, es en el único momento en que podemos perdernos, a mi me pasó, pero pude volver a los pocos metros.
Como suele pasar en este tipo de vías, el trazado es bastante recto y llano en la mayoría de los tramos, por lo que resulta un poco aburrido. El terreno es bueno y siempre se rueda bien, incluso en las zonas en las que encontré charcos. Aún así hay algunas zonas encajonadas que resultan bonitas o incluso algunas zonas altas con vistas bastante buenas.
Tras unos 23km se llega hasta la antigua estación de tren de Arraiolos. Si queremos llegar hasta el pueblo, hay que abandonar la EcoPista y tomar un camino que sale a la izquierda justo después de la estación. En este camino encontraremos la subida más dura de la ruta, aunque no es demasiado larga.
Tras pasar por Ilhas, se llega hasta Arraiolos.
Si queremos subir hasta el castillo sólo hay que seguir las indicaciones que hay desde la entrada al pueblo. Una vez allí nos encontramos un castillo circular desde donde podemos disfrutar de unas buenas vistas.
Para la vuelta tomé el mismo camino, completando un total de 56km en 3 horas. En los próximos meses espero seguir conociendo nuevas rutas por el Alentejo y compartiéndolas por aquí.
Todo empezó con una ruta nocturna tranquila por Cornalvo, cuando vimos la Sierra de Montánchez a lo lejos, cuando a alguien se le ocurrió la idea de ir a subirla a la mañana siguiente.
Pues bien, ahí estábamos a la mañana siguiente pedaleando de nuevo destino a las antenas de Montánchez.
Para ello nos dirigimos hacia el norte hasta Alcuescar por el mismo camino que en la ruta Mérida-Cáceres-Mérida. El recorrido consiste en salir de Mérida por la Vía de la Plata en dirección Proserpina, desde donde tomamos el camino hasta El Carrascalejo, siguiente hasta Aljucén.
Un poco después de Aljucén comienzan las cuestas, que nos acompañarán hasta Alcuescar. En Alcuescar hicimos una pequeña parada para refrescarnos.
Una vez en Alcuescar abandonamos la Vía de la Plata y nos dirigimos hasta Montánchez. En este tramo tenemos un pequeño descanso al salir de Alcuescar en el que vamos cuesta abajo, una vez acabada todo será cuesta arriba hasta Montánchez.
Este tramo de carretera tiene pendientes bastante pronunciadas con algunos tramos del 20%. Hasta el pueblo son unos 3km de subida.
Tras rodear el pueblo por la carretera, tomamos una salida hacia la derecha donde comienza el último tramo hasta las antenas, siempre siguiendo las indicaciones hacia "Cancho que se menea". Este tramo continúa con subidas bastante pronunciadas cercanas al 20%. La mayor parte de este tramo es de cemento, por lo que no vamos a tener problemas de agarre. Los
dos últimos kilómetros son de asfalto muy deteriorado, con asfalto suelto y algunos baches.
El final es bastante duro, a lo que hubo que añadir un calor sofocante.
Tras un pequeño descanso en las antenas bajamos hasta el pueblo, donde comimos y descansamos en un parque antes de volver hasta Mérida. Para volver tomamos el mismo camino, salvo el último tramo desde Aljucén hasta Mérida, que volvimos por la N-630.
Aquí acabó una ruta con casi 1300m de desnivel acumulado.
Pequeño resumen de la bajada.
Mérida-Madrigalejo
Nueva ruta de larga distancia recorriendo Extremadura con organización por parte de Calamonte Bike.
Comenzamos la ruta uniéndonos en el Puente Romano a los compañeros que habían comenzado en Calamonte.
Salimos de Mérida por las tres fuentes tomando la pista que pasa por las traseras del Vivero, llegando así hasta Trujillanos, para tomar la carretera que nos lleva hasta el Parque Natural de Cornalvo.
Atravesamos Cornalvo por el camino perimetral del embalse, llegando así hasta la zona del Rugidero, continuando recto, por zonas desconocidas para mí hasta el momento y por las que se rueda bastante bien rodeado de un entorno muy agradable.
Más tarde, cruzamos la A-5 para tomar la EX-206 para llegar hasta Santa Amalia, donde hicimos la primera parada para comer algo y reponer líquido.
Abandonamos Santa Amalia por la zona del polígono industrial con un pequeño tramo por asfalto, para después tomar varios caminos agrícolas para llegar hasta Medellín.
Tras abandonar Medellín continuamos por el Camino Natural del Guadiana. En esta zona tuvimos una pequeña pérdida e hicimos algún kilómetro de más. Sin mucho más que reseñar llegamos hasta la Vía Verde.
La Vía Verde es muy llana y lisa, por lo que se rueda muy bien, pero algún tramo invadido por la vegetación, lo cual nos llevó a tomar la carretera paralela en algunas ocasiones.
Por la Vía Verde llegamos hasta la Ex-335, donde hicimos una última parada para reagrupar y solucionar algún pequeño problema mecánico. Estos últimos kilómetros se hicieron algo duros por el calor y la falta de agua.
Por la Ex-335 llegamos hasta Madrigalejo, donde comimos e hicimos noche, aprovechando para pasar la tarde en la piscina municipal, que se encuentra junto al albergue.
Madrigalejo-Guadalupe
Tras pasar la noche en el albergue, junto al botellón del pueblo y un calor asfixiante, tomamos camino sobre las 7 de la mañana, para intentar esquivar el calor.
Retomamos la Vía verde en el mismo punto en el que la abandonamos el día anterior.
Los primeros 30km de la ruta no tienen mucho que explicar: vía verde con ligera pero continua ascensión hasta llegar a Logrosán, donde hicimos una parada para comer algo y rellenar agua.
Al salir de Logrosán la Vía Verde se acaba repentinamente, por lo que hay que tomar el Camino Natural del Guadiana.
Tras unos 11km llegamos hasta Cañamero tras subir 2 cuestas bastante fuertes.
Atravesamos el pueblo y lo abandonamos por la EX-102. Carretera que abandonamos tras un descenso, para volver a tomar el camino, pasando después junto a la ermita.
Llegamos así hasta el mítico Puertollano; apenas 1km de subida, pero muy duro, con pendientes del 20% y mucha grava que puede hacer resbalar la rueda en las zonas que no esta encementado.
Después llegaron unas bajadas también muy pronunciadas en las que hay que extremar la precaución debido a la grava, que nos puede dar algún susto, y alguna pequeña subida.
En esta zona hay que estar atento, ya que tras una de estas bajadas hay que tomar un camino que sale hacía la izquierda en dirección a Guadalupe. Es fácil saltarse el desvío si no se está atento, y el camino incorrecto nos llevaría hasta Alía.
Tras una subida con su correspondiente bajada llegamos hasta la rotonda, donde tomamos la carretera (en este tramo el camino natural es impracticable) para subir la cuesta definitiva que nos lleva hasta guadalupe.
Antes incluso de llegar a la plaza paramos a reponer líquidos, ya que llegamos bastante escasos debido al tremendo calor que hacía. Poco después llegamos hasta el Monasterio a hacernos la foto de familia.
Así pasó un fin de semana reencontrándonos con compañeros de viaje de otras ocasiones y conociendo a nuevos.
Desde aquí reconocer la labor de Dani, de Calamonte Bike en la organización previa y la atención durante todo el fin de semana para que todo haya salido así de bien. ¡Ya estamos esperando la siguiente!
Corta pero intensa ruta por la Sierra Grande de Hornachos, desconocida para nosotros hasta ahora.
Comenzamos la ruta desde el centro del pueblo, saliendo del mismo por la parte más alta, buscando la pista por la que comenzaríamos a recorrer la sierra.
Esta pista por la que comenzamos es bastante lisa, por lo que se rueda muy bien, y más o menos llana, por lo que es de lo más suave de todo el recorrido. A los 3,5km de recorrido en una bifurcación tomamos el camino que subía en lugar del que bajaba como deberíamos haber hecho, lo cual rectificamos a los pocos metros.
Tras esta breve bajada volvemos a hacer algunas subidas suaves, cambiando ya de tipo de camino, más pedregoso y bacheado, pero por el que se rueda bien.
Al finalizar este tramo nos encontramos con una subida entre piedras bastante técnica que puede resultar un poco difícil, pero para nada infranqueable.
Justo después de esta subida tomamos una breve bajada que nos lleva hasta el camino por el que realizaremos la ascensión.
Esta ascensión es de unos 4km en constante pendiente ascendente, sin apenas descanso y prácticamente recta. El terreno tiene algo de piedra suelta que puede hacer que en algún momento nos patine la rueda, pero se sube con relativa facilidad.
Una vez llegamos a la cota de 770m comienza el descenso, pero en ese punto no tenemos las mejores vistas, estas llegan tras unos metros de descenso.
El descenso es la mejor parte de esta ruta, y no solo por lo obvio (es cuesta abajo), sino porque es un descenso bastante técnico, con sombra de la vegetación que nos cobre por ambos lados, suficientemente rápida y larga. De hecho al final de la bajada pueden doler un poco los brazos y las manos.
Una vez acabado el descenso, llegamos a un cruce de caminos en el que nosotros nos confundimos y continuamos recto, por lo que tuvimos que volver sobre nuestros pasos y tomar el camino correcto, que es cogiendo el camino de la izquierda según bajábamos al principio.
Los caminos restantes son más o menos llanos, con algún repecho pero sin demasiada importancia.
Tras estos caminos llegamos a una carretera poco transitada que nos hará subir la última cuesta de mediana importancia. Tras ese repecho son todo bajadas por carretera hasta llegar al pueblo.
Día para recordar sin duda el de ayer, tanto por la dureza como por la belleza del recorrido.
1 de mayo, festivo... y para celebrarlo a las 8 y poco estábamos camino de Hervás, donde comenzaría y acabaría el recorrido.
Ruta Heidi
Para empezar el recorrido, hicimos la conocida "Ruta Heidi", de la que tanto había oído hablar, y siempre bien. Ahora sé que no es para menos, el recorrido es increíble.
Esta ruta comienza saliendo de Hervás por la carretera que lleva hasta el puerto de Honduras, pero a los pocos metros, sale un desvío a la izquierda, donde está indicado que sale la pista Heidi, por la que trascurre la ruta.
A esta altura de la mañana nos quedaba mucho día por delante y nos comenzó a chispear, y en ese momento temimos mojarnos demasiado, ya que eso podía implicar pasar el resto del día mojados, pero por suerte quedó en un susto.
Este primer tramo es en constante subida desde que salimos del pueblo, y continúa la subida una vez empezamos a recorrer la pista. Esta subida dura unos 7-8km, aunque es constante y con bastante pendiente, se sube relativamente bien, ya que la pista es buena, con alguna piedra, pero con buena tracción.
Tras estos kilómetros de subida, llegamos a la parte más tranquila de la ruta y en la que disfrutamos de mejores vistas.
Son unos 10-12km "llanos" (con algunas subidas y bajadas, pero suaves)
Este tramo trascurre a unos 1100m de altitud, llegando al final a más de 1200m. Desde aquí tenemos unas vistas increíbles del Valle del Ambroz y nos encontramos con varias cascadas.
Tras el repecho que nos hace llegar hasta los 1200m, comienza la parte más divertida de la ruta, unos kilómetros de bajada en los que disfrutar y en los que te alegras más aún por haber subido.
La bajada se puede hacer bastante rápido (nosotros alcanzamos algo más de 50km/h), pero sin olvidarnos de las piedras que nos pueden complicar el descenso, y alguna curva inesperada que nos puede dar un susto
Tras este descenso llegamos una carretera en la que giramos a la izquierda para tomar unos metros después un camino que sale a la derecha y que sigue bajando (a nosotros nos costó dar con él).
Llegados a este punto, se sigue bajando hasta el pueblo, pero ya por caminos estrechos y con bajadas más suaves. Breve vídeo de parte de la bajada.
Track y mapa: Track de la Ruta Heidi en Wikiloc
Tras esta ruta, llegamos hasta Hervás, donde comimos algo antes de continuar la marcha.
Desde allí tomamos la nacional 630 en dirección Salamanca, para llegar hasta Bejar.
Este trayecto, por carretera tampoco iba a ser fácil, ya que es en constante subida, pasando por Baños de Montemayor, Puerto de Bejar y Cantagallo antes de llegar a Bejar, a mas de 900m de altitud, donde hicimos la última parada antes de comenzar la subida a La Covatilla para rellenar algo de agua en una fuente que venía de la sierra.
Subida a La Covatilla
Desde Bejar, hasta llegar a La Covatilla, es prácticamente una constante subida, aunque más o menos llevadera hasta que tomamos la última carretera, que definitivamente nos lleva hasta la estación de esquí.
Este ascenso son unos 10km en los que apenas hay descanso y que desde el principio te hace saber que no va a ser fácil, ya que en las 2-3 primeras curvas hay una pendiente bastante fuerte.
Una vez conseguimos llegar hasta las últimas curvas nos sumergimos en un mar de nubes, que tanto para lo bueno como para lo malo nos impedían saber cuanto nos quedaba para llegar hasta el final, ya que desde la última curva de la carretera serpenteante hasta el final, quedan unos 3km.
Finalmente, tras 1 hora y 30 minutos de subida de La Covatilla y 2 horas y 20 minutos desde Bejar conseguimos llegar hasta la estación de esquí, llegando así hasta la mayor altitud a la que he llegado hasta ahora en bici.
Llegamos en medio de una densa niebla que no nos deja ver la estación, ni nada que estuviera mas allá de 30 metros.
Sin parar mucho, por el frío que hacía y por que se nos hacía tarde comenzamos el descenso, que se nos hizo corto teniendo en cuenta lo que nos costó subir. En este descenso alcanzamos una máxima de 70km/h.
Con una breve parada en Bejar para rellenar agua, seguimos el mismo camino que habíamos tomado antes, pero a la inversa para llegar a Hervás, camino que hicimos mucho más rapido, siendo la mayor parte en cuesta abajo, haciendo un total de casi 130km a lo largo del día.
